20 de julio de 2012

Los gallos de las veletas buscan el oeste.


Todavía no hemos visto dos atardeceres del mismo color
y todos los días nos sorprende encontrarnos el círculo tímido
cuando alcanzamos en bicicleta la curva de regreso a casa.

Los niños trepan la fuente
y cuelgan balones
y desbordan las piscinas
y reparten vida.

La madrugada siempre guarda retazos de vértices opuestos
y eso es lo que hace realmente maravillosa la vuelta.
Nos despeina un soplo de eucalipto
y preguntamos qué día es.

Verano,
es verano.



2 comentarios:

VANESSA dijo...

Qué preciosa forma de describir el verano! Así se lleva la calor mucho mejor.
Besoss

Crisandbar dijo...

Yo no la llevo tan bien, pero disimulo de lujo jaja
Gracias por pasarte de nuevo por aquí ;)