No llamaré soledad a tu ausencia.
Ni llamaré día gris al que imponga espejos de agua
bajo la inevitable inercia gravitacional de nuestras pupilas.
No me limitaré a la queja del hilván desecho de las mañanas
que no saben por donde empezar.
Dejaré de pensar que 300 ó 400 días de punto muerto
es demasiado tiempo.
Evitaré la idea de odiarte o de clavarme errores a modo de acupuntura,
Porque tú no tienes la culpa de ser tan imbécil,
ni yo tampoco.
2 comentarios:
Simplemente me ha encantado!
Lo copiaré y será mi rezo diario, jejeje!
Besoss
Pero recuerda cruzar los dedos, si no no vale! ;)
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