En el "érase" de los cuentos
la vez siempre suena a primavera.
Los comienzos evocan tierra extrovertida y bulbos impacientes.
Verde,
añil.
Nosotros no.
Yo no.
Yo esperé a verano
para que lo único con lo que pudieras compararme
fuera con el mar.
Y al mar le gano, por sentirte.
1 comentario:
Y que se muera de envidida con sus olas :-)
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