El boli es fabricado con la finalidad de escribir cientos de palabras.
Hay bolis grabados con compás a modo de chuleta,
bolis que escriben listas de la compra,
bolis que escriben música o que dibujan obras de arte.
Mi boli es un bic negro, que a la vez de plasmar lo que pienso me sirve como baqueta o como objeto malabar.
La vida de un boli bic es bastante triste, se ve agotarse su tinta, cada vez más cercano el momento de su jubilación.Hay bolis que duran años, otros que duran a penas semanas.Unos sufren mordeduras, otros son aplastados...
El boli que peca de pereza es el verde, apenas sale del estuche. Alguna vez quizá para poner una fecha, subrayar o escribir una nota al compañero de al lado.No tiene preocupaciones.
En cambio el rojo, es como el psicólogo de los bolis.Siempre dice la verdad y tiene una solución para cada cosa que va mal.
Sin duda, me identifico más con el boli negro, además de por la presencia de su color en mi ropa, porque es multiusos, y además siempre termina desapareciendo.
QUÉ SERÍA DE NUESTRAS MANOS SIN BOLÍGRAFOS...
3 comentarios:
Igual...
Mi preferido es el negro, siempre firmo con el mis documentos.
Que vivan los bolis jejejeje...
Nunca habia pensado en ellos asi como los has descrito.
saludos
como un insignificante boli..
puede hacer una buena entrada..
jajaj mi preferido también es el negro..
Aa!! y te olvidaste de hablar del azul..jajaja
ups! el azul...esq es tan típico q pasa desapercibido, también habría hueco para los bolis de propaganda, pero esos son tema aparte jaja
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