30 de marzo de 2010

Para, por favor.

No quiero otra despedida insípida.
No necesito esperas, ni grandes ni pequeñas. Estoy harta de la esperanza.
Ni una pausa más acompañada de una ácida duda que quiebre el ánimo.

¿Para qué vivir así si es sin tí?

Quiero tener algo que contar, algo que recordar, algo que sí pasó.
Necesito un segundo para saborearlo, no minutos de inútil prórroga.
Que el después desaparezca. Sólo un presente alentado por el pasado, la inmediatez de un ya que ha esperado verte pasar.

No quiero ni necesito un cuento de hadas, sólo quiero hilvanar estos dulces capítulos con el suave soplo de la eternidad. ¿Qué más da si dulce, o agridulce? Pero que sepa, por favor.

No hay comentarios: