5 de junio de 2010

Mirando el pasado (de reojo)

No sé por qué, hoy me he acordado de tí... He pensado qué habrás hecho con tu vida, cómo estarás ahora...

Me ha salido en la cara una sonrisa espontánea, cuando he recordado "aquellas cosas que solíamos hacer"  mientras tú te hacías el cuerdo y a mí me volvías loca. Me acuerdo cuánto me gustaba mirarte en el espejo de la moto y encontrarme tu parte de niño inocente, bajo aquel cuerpo de tipo duro, el tipo que tarareaba un estribillo incomprensible de "don't cry", el tipo con el que era genial odiar a la sociedad y sus "cerebros destruidos", desde el mundo que nos encontramos  "más allá del cementerio".

Todavía guardo todas las entradas del cine, de películas que no recuerdo haber visto y todas esas cosas que nunca te pedí pero sabías que me encantaban.


Yo quería un "Capitán Lawrence" y tu "wish you had an angel", yo después me encontré un ángel, ¿viste tú a Lawrence?


Es curioso como seres del mismo planeta, que han vivido tan intensamente la vida del otro, de repente desaparecen, dejando un halo de experiencias compartidas que alimentan la nostalgia y nos demuestran que sólo somos tránsito, devenir, trenes de un sólo trayecto. Sólo somos eso, personas, efímeras, frágiles y tan complejas como maravillosas.

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