15 de febrero de 2010

El entierro de la sardina

 Ayer me acordaba de cuanto odiaba de pequeña el horrible miercoles de ceniza. Recuerdo que cuando tenia 6 o 7 años, aún se llevaba en mi pueblo lo de hacer una sardina gigante de papel de aluminio y cartón, que era rociada con gasolina por unos señores con caretas feísimas que hacían bailes extraños alrededor del inofensivo pescado...y de repente, los ingratos..¡le prendían fuego! y explotaba la pobre sardina en un estruendo que me hacía llorar, y la veía arder, como si ardiera toda la ilusión que había cultivado bajo mi disfraz los días anteriores. Un día le pedí a Dios que dejaran en paz a las sardinas que encerraban el espíritu del carnaval, que no hubiera más estruendos ni más señores con caretas feas... Y desde ese año, Andújar nunca volvió a tener entierro de la sardina, nunca volví a llorar por la explosión de un pescado, y mi pueblo vivió siempre en carnaval.
Por eso, si pasa usted por la Plaza de España, a la altura del ayuntamiento, no se extrañe si ve algún payaso que otro, en Cádiz se equivocan, es aquí donde todo el año es carnaval.

No hay comentarios: