2 de mayo de 2011

Geo-maniqueísmo internacional.

Hacía tiempo que no me sentaba frente al teclado ante una gran noticia a nivel mundial. Supongo que faltaba esa escena de cinismo mundial. A media mañana las imágenes del presidente de los Estados Unidos asaltaban las televisiones. De forma simultánea, mi timeline de Twitter hervía con los punzantes y acertados tweets y retweets de aquellos a los que sigo.



Este señor de corbata, tan correcto y bien vestido cuenta, como logro, la muerte del enemigo público de Estados Unidos y en general, del mundo occidental.


Horas después veo las celebraciones y oígo las felicitaciones, de atención, presidentes democráticos.
Y nos sueltan que es un gran paso para la paz.

Bienvenidos al cuento del malo malísimo, Usama Bin Laden líder de una de las más peligrosas organizaciones terroristas y al superhéroe Barack Obama, el salvador de occidente, juez del mundo y defensor a ultranza de la Paz.



Pero, ¿esto qué es? ¿Política mundial o un cómic?
Perdonen que os desilusione pero NO. El mundo no está hecho de buenos y malos.

Bin Laden no es el malo malísimo, ni Obama el
salvador. Por supuesto que lo de Osama no tiene nombre, por supuesto que no. Es imposible, repito imposible, a este animal que se ha llevado con su vida, 3000 vidas inocentes. Vale, pero ahora miremos al otro lado. Juzguemos con justicia. Con toda la imparcialidad posible sabiendo que "el villano" es un terrorista. ¿Somos conscientes de cuántas muertes habrá firmado el señor de traje bajo cuerda? Que un Nobel de la Paz asesine y encima se le celebre, me parece una broma de acentuado y descarado mal gusto. Nadie ha enjuiciado, en cambio, cuántas muertes llevan los presidentes mundiales a sus espaldas con las ventas de armas, con las intervenciones militares, o con marcas internacionales de salvación como "la gloriosa" guerra de Irak.

Vivimos en una cuento de cómic de buenos y malos, porque interesa. Interesa que nuestras ajetreadas vidas sigan bajo la tranquilidad de las armas nucleares de occidente y de unos señores muy majos con traje y chaqueta que están
dispuestos a salvarnos. Porque para que ellos sigan adelante con su deplorable gestión del mundo interesa que haya verdugos mundiales para justificar su mano izquierda.





Es que hay que ver lo que hay que hacer para llevar un poquito de petróleo a casa, ¿eh? Porque en el "contrato" de presidente también se firma la letra pequeña del lobo con piel de cordero siempre sonriente. Al fin y al cabo, ser el jefe de la manada conlleva mancharse las manos de sangre; siempre con discreción, claro.

6 comentarios:

Andrea dijo...

Por fin encuentro a UNA persona que piensa exactamente igual que yo...no es cuesión de justifica bin Laden, pero tmapoco a Obama...
Me ha encantado la entrada Cris!!
Un besito de tu compi que te enseña relaciones entre números que caen en examen! :)

Nat dijo...

sí, para mí lo mejor que has escrito es "¿pero qué es esto, un comic? He tenido que sonreir, me siento totalmente identificada con esa expresión. y esa gente pensará que existimos gente como tú y como yo y que no somos tan pocos?. Acaso, pensarán???

Crisandbar dijo...

Jajaja andrea, esas relaciones son esenciales en mi vida, ya lo sabes XD
Esta vez la que ha expresado lo que pensamos es mi compi de blog ;)

Elogio de la Locura dijo...

No os podéis imaginar lo que me alegra saber que hay gente con sentido crítico como es vuestro caso, Andrea y Nat.
Ha pasado una semana y parece que los comentarios ya no son tan favorables. Taaambién me alegra que aunque sea con un poquito de margen de tiempo la sociedad piense. (Que parece ser que a veces lo hacen, Nat)

Riberaine dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Riberaine dijo...

Mas bien habria que decir que hay malos y muy malos , Kennedy queria cambiar el sistema y el sistema se lo llevo por delante ,desde entonces da igual quien gane en E U , Obama es una mera ilusion ,es un Bush con mejor marketing , me mondo con la Obama Mania , y con lo de premio nobel de la Paz ,grandes empresas de comunicacion al servico de la los poderes para mantenernos engañados, hay que empezar a despertar ya.